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lunes, 21 de octubre de 2013

Rutinas


Nunca le pregunté. Nunca me interesé demasiado. Probablemente pensaba que, si lo hacía, diría una burrada como siempre. Entonces prefería observarla y escucharla desde el silencio antes que la decepción inmediata.

Yo tenía mis sospechas, y recuerdo que me sumergía en una ola de pensamientos cuando incrustaba mi mirada en su figura y en sus movimientos, desde cómo se levantaba de mi cama, hasta cómo veía deslizar su cabello por su desnuda espalda bailando por la casa hasta encontrar el «libro», el mismo libro de siempre con la misma rutina melódica que me envolvía todas las mañanas para perderle al cruzar el baño cerrando la puerta con una delicadeza genuina pero devoradora, como aquel que cierra la puerta de su alma para esconder su naturaleza.

Claro que la pobre no imaginaba que yo era todo espectador de esa ausencia melancólica. Y allí, en aquel lugar de nuestra casa, quizás ella podía encontrar su pedacito de privacidad. Alejarse de mí, de mi presencia absorbente en su vida y de mi soledad avasalladora. Quizás ahí, encontraba su escondite con aquel libro que jamás leí probablemente para mantener intacto el misterio. Tal vez en ese escondite suyo, ella lograba encontrar una epifanía en su vida.

miércoles, 6 de julio de 2011

Mi eterno invierno.

Lo vi a mediados de mayo. Salía del correo y cruzando la plaza colón lo perdí de vista. La siguiente vez que lo vi fue en el teatro en el estreno de "Gritos en silencios", ahí estaba con una muchacha que debo admitir era bastante bonita, se veían amigables y pensé en acercarme, pero una sucesión de hechos concretos, que por mi bien no quiero recordar, me detuve pensando en la falsedad de Aureliano y las posibles mentiras de las que fui oyente, sin mencionar a todos sus cercanos (aunque hubo un momento en que pensé que sólo yo fui el engañado).
Desde ese día que pienso en no buscarlo más, que aunque mi cuerpo lo extrañe y mi corazón lo necesite, ya quiero cerrar el capitulo de mi primer amor porque al parecer no le ha costado conseguirse a otro amante, aunque ésta sea mujer.
...
Hace pocos días vi a su madre, dijo que estaba contenta porque su hijo se había curado, me preocupe pensando que estaba enfermo y pregunté que le había pasado. Ella respondió: no no no, nada malo, se ha curado de su homosexualidad. La madre parecía feliz, entonces yo me puse triste pensando en que sólo fui un síntoma de su enfermedad, y no su primer amor como creía.

Las cosas parecen malas para mí, me he sumergido en la melancolía, ahora mi madre piensa que yo también tengo cura... pero sé que no es así y me refugié en los bares de la ciudad para encontrar un poco de consuelo a mi "enfermedad". Enfermedad por supuesto que para mí no tenía cura, porque a mi no se me da la gana de curarme, cada uno elige como vivir su sexualidad.. mi único problema ahora y mi única enfermedad es Aureliano.. ay! Aureliano, como extraño sus manos, sus piernas, su miembro rozando el mío como soliloquio de invierno, como chocábamos nuestros cuerpos con caricias al unisonó con nuestra respiración jadeante hasta llegar al gozo eterno...pero él paraba, él se iba, él no poetizaba, fuí sólo yo el que entregó su corazón y me hundía en su pecho buscando amor. Ahí comprendí las señales de la carencia que sentía en ese momento, de su falta de compromiso para conmigo, de que realmente nunca me amó... Y me veo aquí, con una nube en los ojos cegando mi posible felicidad, negándome la oportunidad de volver a amar, por el recuerdo llano del invierno eterno en que sea ha convertido mi vida.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Domingo.

Nunca me ha gustado el domingo, generalmente no hay mucho que hacer.
Aveces voy al cine, pero sólo cuando hay promociones.
No hay 3.400 pesos todos los domingos para entradas de cine.


Pero ayer fue diferente, las voces que escucho siempre tenían otro timbre uno muy cálido y agradable para nada agotador y tan sublime que me hacía suspirar de alegría.
Creo que hace tiempo no tenía un domingo tan agradable, aunque un poco inestable, pero sin duda el mejor domingo del 2009 hasta el momento.

Espero que otro domingo sea como el anterior y no melancólico como los de siempre.

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