domingo, 15 de diciembre de 2013

Genealogía de un Nombre.

Cuando mi madre llegó conmigo en brazos a casa de mis abuelos, hubieron varias reacciones de felicidad, de miedo y resignación.
- ¡¿Jazmín?! bah... mejor le hubiesen puesto Jazmina. - Vociferó mi abuelo materno que estaba sentado en la mesa del comedor junto a mi hermana mayor. "Jazmín" no le parecía un nombre feo, sin dudas para él Jazmina era mucho mejor. Pero quizás, detrás de esas palabras había oculto cierto recelo, porque fue mi abuelo paterno quién me nombró como justamente hoy me llamo. Mientras que él sólo pudo conformarse en elegir mi segundo nombre: Alejandra. 
Él murió cuando yo apenas había cumplido un año de vida. Nunca lo llegué a conocer, y me hubiese encantado hacerlo, no por ser mi abuelo padre de mi madre, sino, porque a estas alturas me parece una persona que en vida era muy interesante. De él habría heredado algo más tangible que el segundo nombre, mi madre y los genes. Por ejemplo, su gusto por la música, su talento para tocar la guitarra. Talento que ninguno de sus hijos heredó, probablemente porque ninguno sintió la curiosidad como para practicar junto a él. Y ahí quedó el legado de la música de los "Lacaye". Sepultado junto a él en la tumba del cementerio general. Sin embargo su herencia no quedó ahí, él hizo su última hazaña antes de morir, logró llamarme Jazmina. De esta manera se las arregló para que la escena en que mi madre llega conmigo en brazos a casa de mis abuelos, pasara de generación en generación, para que yo un día me diera cuenta de la verdad implícita en mi nombre: "JazminA-lejandra". Una verdad que permaneció oculta hace tanto tiempo y que por casualidad alguien se dio cuenta de la "coincidencia" tan trivial para algunos, menos para mi. Porque mi mente comenzó a atar cabos, a conectar las madejas de recuerdos, de la anécdota y origen de mi nombre que me contaban con tanta gracia. Y me pareció tan extraordinario, que hoy he decidió reivindicar esa hazaña, la última hazaña del  hombre a quién me hubiese gustado conocer. 

7 comentarios:

  1. Jajazminalejandra cofre de la calle

    ResponderBorrar
  2. que buen escrito! me gusta mucho el estilo! que agrado leer un blog asi

    ResponderBorrar
  3. Hola guapa..que lujazo es perderse entre tus letras.....sueño con no ser rescatado nunca jamás...

    Gracias..pasa buen día...besos entregados

    ResponderBorrar
  4. Dejó huella en ti hasta después de haberse marchado para que ataras cabos con tu propio nombre :-)

    Bonita historia.

    Salud.

    ResponderBorrar
  5. Qué bonita anécdota. Pero qué pena que no hayan podido coincidir. Quizá en otro momento.


    Un fuerte abrazo desde Siberia. Gracias por tu visita.

    ResponderBorrar
  6. Todo un emotivo relato.Te sigo.Que la dicha y la paz te acompañen a ti y a tus seres queridos .Feliz Navidad.Un cálido abrazo.

    ResponderBorrar
  7. ¡Hola! Acabamos de descubrir tu blog y te seguimos desde ahora. Ojalá que también te guste nuestro espacio
    ¡Un abrazo grande de parte de los tres!
    www.melodiasporescrito.com

    ResponderBorrar

Seguidores

Popular Posts