Las manchas caían despacio por la pared, el liquido era rojo y un poco más oscuro por el color de las murallas, era cansador ver como corría lentamente para llegar al final, ver su caída como tortuga, sin mirar atrás y perdiéndose en el precipicio que le esperaba.
Su mirada clavada en el barranco lo cegó por completo aún cuando tenía la oportunidad de voltear atrás y parar; siguió su camino, jamás se detuvo, ni un minuto... no descansó, no respiró, no sonrió, siguió perdido en su rumbo, la mancha que caminaba como moribundo fantasma, lucía triste y desesperado y ya no dio más hasta llegar al final, si hay algo que hizo bien, fue jamás mirar atrás.
Quizás entonces hubiese parado.
sábado, 5 de diciembre de 2009
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
Seguidores
Popular Posts
-
Lo vi a mediados de mayo. Salía del correo y cruzando la plaza colón lo perdí de vista. La siguiente vez que lo vi fue en el teatro en el es...
-
Nunca le pregunté. Nunca me interesé demasiado. Probablemente pensaba que, si lo hacía, diría una burrada como siempre. Entonces prefería...
-
"No sé", me dijo cuando le pregunte si quería ser mi amigo. "No sé", respondió cuando quise que paseara conmigo. &quo...
0 comentarios:
Publicar un comentario