lunes, 24 de agosto de 2009

Stop!

No podía mirar sus ojos, me daba vergüenza, y parece tonto, pero es la verdad.
Me vio desnuda, no me avergoncé por eso, me avergoncé de amarle tanto, tanto como él no a mí. Yo sabía perfectamente que no debía, pero mis impulsos y deseos fueron más fuertes, el compartir con él algo y tener aunque sea un remoto recuerdo de los dos juntos... era lo que quería. Y así cuando lo recordará, diría "si pasó". Y no me arrepentiría por no arriesgarme.

Idiota, al fin y al cabo da lo mismo, me ilusioné igual. Y ahí me quede, acostada en la cama entre sabanas, frías, muy frías. Yo no quería tapas, frazadas, yo quería que él me abrigará, me abrazará y me entregara todo su calor y olvidar el frió de esa mañana. Pero no fue así. Se levantó silenciosamente, se vistió y yo humillada me hice la dormida, mientras en mi interior me retorcía de dolor al verlo partir.

Y en este mismo instante, el dolor sigue, y en mi acto de personalidad masoquista, desde ese día, todas las mañanas me quedó un rato más en la cama soportando el frío, con mis piernas y cuerpo entre las mismas sabanas que él acarició; como una muñeca tonta, me abrazo a mi misma para consolarme y decirme que ya no más, que no lo espere más.

2 comentarios:

  1. Tus escritos son como los de una muñequita que respira todas las fuerzas del universo en toda su brutalidad y ternura...en toda su sangre y espiritu...y eso me gusta... me gusta y admiro tu honestidad, pero a la vez me preocupan los dejos de poca esperanza... aunque confieso que prefiero eso antes de que una chica Yingo y weca jeje...saludos y te invito; Claudio

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  2. Que triste.

    Ése amor NO correspondido es uno de los que más duele.. cuando una se entrega y no hay nada más.

    Pero lo tuviste... ahora si valió o no la pena? he ahí el dilema.

    Un abrazo Jaz!

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